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martes, 17 de agosto de 2010

Debate, sí o no legalizar la marihuana

Luis Lozada León. Milenio Diario. Domingo, 8 de agosto de 2010.

El presidente de México, Felipe Calderón, aún estando en contra de la legalización de la droga, manifestó en un comunicado que no se opone al debate en tomo a este tema. En este comunicado, precisó que durante los Diálogos por la Seguridad, convocados por Calderón Hinojosa para sostener encuentros con la sociedad civil y con expertos y especialistas en la materia, algunos participantes esgrimieron argumentos sobre la conveniencia de estudiar la legalización de algunas drogas.

El presidente Calderón fue enfático al señalar que “…varias generaciones de jóvenes estarían en riesgo debido al previsible incremento en el consumo de estas sustancias, que resultaría de su legalización”. Por lo tanto, aún estando en contra de la legalización de las drogas, el no se opone al debate en tomo a este tema

Hoy, no existe ningún control de las drogas por parte del Estado más que a través de leves alteraciones en la demanda y la oferta de enervantes, cuando la producción disminuye o el comercio se complica, el precio aumenta pero no ocurre nada trascendente.

Hay una forma mucho más fácil y racional de manejar el problema de las adicciones y los costos sociales y familiares de las adicciones: que el Estado regule el mercado, de manera que desaparezcan las tentaciones para enganchar a los jóvenes. Un mercado de drogas controlado por el Estado, con monopolios específicos de algunas drogas, la heroína, por ejemplo, y con liberalización regulada de la marihuana le quitaría completamente los medios económicos al crimen organizado dedicado al trasiego de la droga.

En el caso de las drogas, es evidente que en lugar de gastar nueve mil millones de dólares en una guerra que no se sabe si se ganará, se les podría ganar ésta a los carteles legalizando el uso y distribución de las drogas, siendo el Estado el que tendría en sus manos el mercado. Además de todo, podría obtener recursos importantes de los impuestos que le pusiera a las drogas, que siempre serían más altos como los del tabaco y el alcohol. Las ganancias se podrían invertir en educación, información y prevención de las adicciones y también se podrían invertir en la mejora del clima de convivencia en las ciudades, canchas deportivas de todos los deportes, más actividades recreativas y culturales para los jóvenes.

La marihuana es mucho menos dañina, que yo sepa nadie se ha muerto por sobredosis de THC (tetrahidrocannabino que es la principal sustancia psicoactiva encontrada en las plantas de la marihuana) hay formas de consumirla que evitan la combustión y los efectos de ésta en los pulmones, y es mucho menos adictiva. Los marihuanos no suelen agredir al prójimo, como si lo hacen los borrachos, y si bien es cierto que son un peligro al volante, no lo son más que los alcohólicos convertidos en Schumachers de la fórmula uno callejera.

La marihuana cuyo nombre vulgar es cáñamo, científicamente denominada cannabis Indica, de la familia de las Cannabáceas, es originaria de Asia central. Conocida desde tiempos inmemoriales por griegos, romanos, germanos, celtas, árabes, hindúes, egipcios; y por los españoles desde el Siglo X. Transportada desde África a México, el Caribe y Sur América en la época del comercio de esclavos y extendida desde hace pocos años por Norteamérica y Canadá.

Proporcionalmente, según la ONU, 5% de la población mundial, cerca de 183 millones de personas aproximadamente, consume cannabis, frente al 30% que fuma tabaco y 50% que toma alcohol.

Está comprobado que es la droga que menor daño hace a la salud y es la menos adictiva.

La marihuana tiene propiedades terapéutica acreditadas para el tratamiento como cataplasma, de las várices, el cáncer y las reumas, según algunos connotados reumáticos concretos. Utilizada en la antigüedad del viejo mundo al menos desde el tercer milenio antes de Cristo por varias culturase donde era utilizada con fines religiosos, artesanales y médicos.

También es aplicada para brindar estado de relajación en pacientes que requieren de un medicamento que controle la superproducción glandular de adrenalina y que produciría ataque al corazón.

La historia de la marihuana en México se remonta a la llegada de los conquistadores españoles, que la trajeron a este país con fines industriales, para la fabricación de textiles. Los antiguos mexicanos encontraron en la planta un uso medicinal y fue en el siglo XVII cuando comenzó su uso recreativo, incluso fue la triunfadora de la Revolución Mexicana, ya que “la cucaracha ya no puede caminar porque le falta, porque le falta marihuana que fumar”, como dice el famoso corrido.

En los años veinte, cuando triunfa el gobierno revolucionario, prohíbe la comercialización de la marihuana, es así como empieza el gran negocio del narcotráfico. Memorable es aquella declaración de Rafael Caro Quintero de que los dejaran trabajar en paz y ellos se encargarían de pagar completa la deuda externa de México.

La de la marihuana es una causa que muchos intelectuales, artistas, mujeres, padres de familia e incluso políticos, que sé y me consta que fuman marihuana y de ningún modo son criminales o tienen una conducta irracional, al contrario tienen una manera más Iight de verla vida,.incluso la gran mayoría de ellos tampoco son adictos que requieran un
programa de rehabilitación y los que lo requerirían lo necesitan más por el maldito alcohol que por su consumo inmoderado de la hierba.

Es momento de que salgamos a defender una causa que nos concierne, sin hipocresías y sin prejuicios moralinos.
Hoy, en 2010 vuelve la moda de discutir todo sobre las drogas, creo que es momento de que por lo menos la marihuana deba ser legalizada.

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