Madre

¡ Feliz día !, madre mía.

¡ feliz día ! a todas las madres, aunque no sean las mías.

Madre hay una sola, gracias a Dios (es broma)

Te extraño madre mía.

Como tú me extrañas, así te extraño yo y más.

Tú me dijiste un día, cuando nació mi tercer hijo, "todas las mujeres deben conocer la emoción de ser madres".

He conocido a buenas madres y a malas madres. Las buenas madres son aquellas que se recuerdan con cariño, y ya olvidamos sus regaños.

Conocí a otras malas madres con sus hijos que aunque están cerca de ellos tienen conflictos emocionales con ellas que nunca resolverán. Están bajo una capa de tierra, porque es lo más conveniente.

Sucedió en mi vida que estuviera poco tiempo contigo. Fui el menor de tus hijos y decidí vivir tan lejos que no puedo ir a tu casa a verte cuando yo quiera. Y mis hijos no te conocen. Están poco tiempo contigo. El último sólo te conoce por fotos y dos o tres veces que ha escuchado tu voz.

Sin embargo, como en este mundo se gana algo y se pierde algo, mi esposa, quien tiene un gran, un inmenso cariño por su madre y su padre, puede seguir viéndolos todos los días y eso, ver eso todos los días compensa la distancia que tengo contigo, madre mía. Le escucho decir, "ya llegué madre santa", cuando vuelve de la calle. ¿Cuántas hijas dicen eso a sus madres todos los días? Ni siquiera yo te lo dije a ti. Es muy bonito vivir para conocer un cariño así.

Un feliz día madre mía. Te recuerdo todos los días. Te veo en la foto tuya que tengo en mi escritorio. En mi corazón estás tú, mi padre, mis tres hijos, mi hermana mayor y mi esposa, quien es una madre feliz.