Semi-nuevo y algo más...

Nuestra cultura, tan sesgada por el autoritarismo, nos hace decir las cosas de lado para que no se sientan las susceptibilidades de quien sabe que persona que escuche y lleve el chisme.
Como resultado práctico tenemos al albur, que recurre al humor, al doble sentido y a la ironía para dejar verla punta de la verdad.
¿Qué hace una población que ha sido alienada con tanta demagogia desde su nacimiento? Pues eso, decir las cosas suavemente para no dar una oportunidad al autoritarismo y el abuso del poder, costumbre tan mexicana.
Entonces llegamos a la mentira. Una verdad a medias, que se establece como parámetro de comunicación. ¿Cuánto vale? $150.- (mmm... lo vi más bara) -Ahorita vengo y paso a comprar-, ni madres ya no volverás. Pero si le dices al comerciante que está caro, existe la posibilidad que se moleste y te mande a la chingada o responda no lo compre aquí o que te reconozca y te la cobre cuando vuelvas, que se yo todas las venganzas que pueden suceder.
Y llegamos al semi-nuevo. O sea la mitad nuevo. ¿Y la otra mitad? La otra mitad es el tamaño de la riata que te cae cuando compras y empiezas a usar ese carrito que te hace falta para ahorrar tiempo que dejas en el democrático camión.
¿Entonces?: algo más... que nadie sabe que es. Puede ser un pedo que dejó el anterior comensal antes de irse o una mentada (en voz baja) si dejas poca propina, o un escupo en la sopa si la devuelves porque está fría. O la oferta de algo ilícito o inmoral
Es parte de nuestra cultura, la de lo oscurito, de la mordida pal chesco, de la mochada, del fuero para sacarse las pinches y pendejas acusaciones, de la no vergüenza de quienes estuvieron involucrados en la muerte de esos niños en la guardería ABC para no renunciar, de votar en contra de la modificación de la ley de secuestros, de que le vaya mal a mi adversario para decir: "yo lo dije" y salir con el pecho inflado como oposición. La del "complo" y de los lame huevos que ladran por un hueso, de hacerse patos, que solucione el que viene. De esperar como tlascaltecas el momento en que aparece Cortés para vengarse de los aztecas por tanta madriza recibida. Dejar que Porfirio Díaz celebrara el 100 aniversario de la independencia y dejarle caer la revolución 66 días después. De navegar con bandera de tonto, hacerse pendejo.
La cultura, tan nuestra, que tenemos como mexicaniza.