Muerte inminente

Pedro Tobar

08 de abril del 2010

Una amiga del trabajo de mi esposa, yo diría de 55 años, conocida mía, mujer alegre, trabajadora, entusiasta, comenzó hace algunos años con los síntomas de la diabetes II. Desde que la conozco, más de 8 años, la veía con una botella de coca-cola cerca. Su hermana, quien trabaja en el mismo lugar y antes que ella, supongo que fue quien la recomendó para trabajar allí, se ocupaba de llevarle comida sana, sin azúcar y con mucha fibra. Pero no la comía, o si la comía luego estaba con un pan de dulce y su infaltable coca-cola.

Pues con ese habito de comer, sucedió lo inevitable. Sus riñones fueron gastandose, bloqueandose, secandose, hasta el punto en que le fueron expirpados. Ya está en el proceso de diálisis. La diálisis en si misma es una tortura para quien debe practicarsela. Y es la antesala de la muerte. Ya se le diagnosticó una sobre vida de no mas de seis meses.

Con su caso y muchos más, se están cumpliendo los pronósticos de salud pública que dicen que la expectativa de vida del mexicano promedio, que hoy oscila en los 75 años, puede bajar a cerca de los 50 años, por el estilo de vida, por la comida que se come, por ser el país mas consumidos de refrescos y coca-cola del mundo. por tanta azúcar que se come en las comidas.

Es un logro encontrar el los supermercados mexicanos, galletas sin azúcar, pan sin azúcar (por que el Bimbo se fabrica con azúcar en sus ingredientes).

Es un logro encontrar comidas en México que no sean procesadas en aceite caliente, sofritas.

Es un logro encontrar comida con verduras en las bodas.

La generación que ya está con la condición de salud deteriorada y doblegada por los hábitos de comida y bebida, refrescos y alcohol, no tiene un futuro promisorio con una buena calidad de vida en su vejez.

Mi trabajo de contratista ha conocido a muchas personas. Trabajadores. 90 de cada 100 de los trabajadores los he visto comer tortilla frita, en distintos platillos, con frijoles, tomar la sopa con catsup (por el azúcar del mismo) y dejar de lado la verdura, lechuga y tomate. No se la comen. Ni hablar de verlos morder una manzana. Pero eso sí tomar Coca-cola y cerveza. No hay plan que revierta esos hábitos ya enraizados de la población mexicana.

Si nos queda un plan para mejorar la calidad de vida del mexicano. El plan Z. Educar a los niños a comer sano. Más verduras, cero azúcar, agua, mucha agua. Parte de esa nueva sociedad con hábitos sanos se está formando en las guarderías del IMSS, donde las comidas son balanceadas, los desayunos balanceados.